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Mostrando las entradas etiquetadas como Tiempo

El aro

Había una vez un bebé que nació al mismo tiempo que cuando se instaló un Atelier de Ciclistas. Ambos crecieron tal como lo contó la fábula del árbol y el niño, entrambos se hicieron aprendieron y conocieron a mucha gente de todo tipo; el joven creció y la empresa también, pero en la primera juventud tomaron rumbos diferentes, como la vida lo determina, by the book, para la maduración de los organismos.  Ahí se había cerrado el círculo del primer aro. Después vinieron los infalibles años y su peso, llegó padre Tiempo y todo lo cambió, el niño ahora adulto ha terminado con el ciclo de vida del Atelier de Ciclistas, así como se creó se terminó con la ausencia y la marcha de todos alrededor, finalizó para buscar el destino propio de cada quien cerca o lejos, peor o mejor. El invierno termina en casi todo el mundo, existen los cambios a gran o pequeña escala, cada quien a su ritmo evoluciona o llega a un punto de desarrollo, espiritual y personal. Los ciclos se cierran y se abren a veces al

La mirada del ciclista

Nada parece tan real, pocas cosas poseen esa cualidad de hacer real una idea: por ejemplo algo para mover y para ser movido. Un objeto que la imaginación crea se haga realidad plasma de lo que el objeto muestre sobre la idea original de creador, a veces lo que se muestra es una mínima parte de todo lo que la imaginación había fantaseado, otras veces es todo menos la idea primigenia. Recuerdo aquella mirada del hombre creador satisfecho, pero nunca pude saber más allá. El objeto era la bicicleta de sus sueños, hecha a medida ya gusto solamente de él. Había gastado tiempo y dinero, había ganado el orgullo de ser dueño de su imaginación y ejecutor de sus ideas a la realidad tangible. Un hombre creador es un soberbio de la naturaleza humana, se cree capaz de todo. Solamente era reconocible su altivez al observar su mirada, y su vista se engrandecía al mostrar su bici. Era el punto más alto al que podía llegar, era el punto que ya no pediría ni un ápice más. Estaba el hombre creador en el c

Septiembre

Los elementos de la existencia se parecen todos. El inicio, el desarrollo y el inevitable final de las cosas. En un parpadeo transcurren los tiempos, desde el comienzo de la vida hasta su culminación, y durante esos dos extremos se entrelazan distintas vidas y diferentes muertes. En un circular movimiento eclíptico de esferas entre el expansivo tiempo de los espacios. Humanidad, eres tu propio verdugo a través de tus invenciones. Por sobre la eterna Historia, devienen los objetos de la civilización, y entre ellos, como un invento cónclave de la mente creativa del sapiente Hombre, se halla la sutileza y elegancia de la bicicleta, ese juego de equilibrio sobre ruedas, un deseo del viento, la mano invisible de la mecánica. Siempre apreciada como una herramienta, algunos la tomamos como una totalidad más amplia de posibilidades. Y entonces encontramos a la doble-círculos en estas épocas, cargada de tantas perspectivas cuantas miradas reposen sobre ella, unas sobre otras para nuestros