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Mostrando las entradas etiquetadas como life

The turn

When I was a child I heard for the first time about a great bicycle race, it was going to happen near where we lived and there was a lot of anticipation. By then the Atelier was just starting, everything was exciting and although I did not fully understand it, I felt that it was something spectacular, an event of great magnitude to remember. Later came adolescence, between the hormones between the experiences on the edge of the maximum, between the recesses of the limits, I returned to find myself with the spectacle in the middle of the sport. I practiced road cycling, kilometers traveled a couple of days a week, accidents, achievements and failures, all around emulating the great races. Today I discover the magnitude of the importance of things in a different way, I reread stories of cyclists, I keep historical statistics, I have the normal curiosity for novelty, but the passion has been transformed. At present I carry the route more in my heart than in my muscles, the brain serves to...

The coffee

On a certain occasion, near the barrier between childhood and adolescence, I craved coffee. On hot days it is taken warm, on cold days it is taken very hot. At the Atelier there began to be a jug or two a day, consumed between morning and mid-afternoon. Working while enjoying coffee with music is not working. Unhappiness, life has told me, moves with unequivocal rhythms between the misery of the future or the past and the enjoyment of the present. A good ride on a rainy summer morning after greeting a beautiful woman and, on the contrary, a painful fall in the middle of the road next to the winding road. The bicycle I never owned was brown, but the taste that is savored on a calm day always brings the aromatic flavor of coffee, that liberator of energy that works very well for the cyclist. Today, unfortunately, I only have to drink coffee and watch the shoot of the last years of youth go by. _____ El café Cierta ocasión, cerca de la barrera entre la infancia y la adolescencia apetecí e...

La Roja

Siempre se le ve al señor Equis muy tranquilo, con sus cuarenta ocho años cumplidos es cuidadoso al caminar, al hablar y escoger las palabras, procura los buenos tratos unido con la delicadeza de un hombre que ha aprendido tratar a la gente para ser tratado de la misma manera. Hoy, con su vocecita, con su bastón, con su manera de andar despacio parece que siempre fue así. Hace muchos años, en su mocedad, Equis era un chico que no tiene miedo de perder el miedo aventurandose a lo que no conoce para conocerlo y dejar la inquietud que provoca el temor. Equis conduce su bicicleta (“La Roja”) por las noches porque le gusta sentir la adrenalina de vagar, de correr peligro en los caminos oscuros, porque sabe que su compañera es una fiel amiga de metal y caucho. Con el transcurso de la vida Equis se convirtió en el señor Equis, como a muchas personas a las que el tiempo les transcurre casi de momento, casi de imprevisto. Personas se han ido y otras han venido, traspasando la existencia de una ...

Los trenes y el ciclista

Las mañanas de los pueblos del Golfo son iguales que todas las mañanas de los pueblos del Golfo. Con pequeñas diferencias, los habitantes zafiros de los pueblos chicos juran y perjuran una individualidad combinada con cierto orgullo mezclado con vergüenza. Una soberbia que el medio se los permite. Sin embargo, históricamente esta personalidad de los habitantes es trágica, cómica y olvidada. Los medios son escasos de alcance y de recursos. La vida es reducida de memoria, la hormona es rápida para reaccionar, las mujeres y los hombres son felices a corto plazo. La vida está representada en movimiento, la niñez es una fuerza ondulada, la madurez y la juventud son ecos de ondulaiones.  Una metáfora entre trenes y ciclistas; en ella, entre otra cosas, se menciona que los trenes del trópico tienen tecnolgía aplicada a la velocidad para llevar rápidamente a pasajeros y mercancias, a través de horarios, funcionarios, máquinas y empleados; mientras que el ciclista, con la misma f...

Bici-libertad

Aquella bicicleta nació primero en su imaginación, su imaginación fue creada por los límites de experiencias, éstas, lastimosamente de la vida familiar. Un padre empleado de la construcción, una mamá ama de casa y par de hermanos que, para sus quince años de edad, resultan muy chicos para jugar. El objeto propio es una herramienta de pertenencia, en él se recrean los gustos y las exigencias de lo deseado, los anhelos de los objetos fantaseados. Las pertenencias pueden poseernos, los objetos cobran vida de los creadores y tratan de estar ligados con otros objetos. El juguete se volvió importante, el objeto preciado se invistió de icono, el transporte particular se resolvió en objeto de poder. El poder de sentirse libre, de tomar a cualquier hora un rumbo desconocido a cualquier lugar; el espacio y el tiempo son relativos para el viaje, lo importante no es dónde ni a qué hora. La idea de oro es estar desplazándose, en movimiento, zafarse de un lugar. La bicicleta se traslada, co...